La “importancia” en la salud de comer 5 veces al día (y para la diabetes)
La constante persecución del normopeso y de la salud eterna pasa, para un número significativo de personas, por asumir una serie de rígidas normas e inflexibles rutinas dietéticas. Con ellas, asumiendo sus calculadas cifras, se hallaría la clave para hacer lo correcto desde el punto de vista dietético. Sin embargo, es más que probable que estas personas estén en un error.
Seguro que me explico mejor con algún ejemplo:
- Si han calculado que gastan 2.543 kcal al día y pretenden adelgazar, planificarán dietas que incluya un disbalance energético de 500 kcal y para ello establecerán ingestas de 2.043 kcal/día (ni una más, pero tampoco ni una menos)
- Si pretenden mantener la salud seguirán a pie juntillas el consejo de beber 2 litros de agua al día.
- Por supuesto que también harán del desayuno la comida más importante del día y creerán que es imprescindible para adelgazar y mantener el rendimiento diario.
A estos ejemplos, erróneos en su planteamiento en buena medida (puedes contrastarlo en los enlaces anteriores) se pueden sumar muchos otros. Merece la pena prestar atención a uno muy concreto, el que hace referencia al beneficio, o llegado el caso a la importancia, de realizar, al menos, cinco ingestas al día. De forma típica: desayuno, almuerzo (o media mañana), comida, merienda y cena. Y es que a pesar de lo extendido de su uso, de lo mucho que se menciona y de cómo circula de boca en boca, lo cierto es que no hay una mayor evidencia al respecto de su validez: en principio no es mejor ni para mantener un peso adecuado ni tampoco imprescindible si lo que se quiere es adelgazar. Más al contrario, en no pocas ocasiones y dependiendo de las circunstancias personales, el seguirlo puede ser un lastre para los intereses ponderales. Vamos a verlo en detalle.
¿Qué dice la ciencia con respecto a lo de comer más veces al día?
Usando un razona